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jueves, 24 de noviembre de 2011

Crisis de deuda. La hora de la política fiscal. O como nos acercamos a los Estados Unidos Europeos

Nos encontramos en una complicada encrucijada. Parece que del 2008 hasta hoy se ha desperezado un monstruo que se resiste a seguir durmiendo, un mercado alimentado por los enromes flujos de capital que no ha podido resistir a levantarse y crecer. El problema es que el sistema financiero no estaba preparado para enfrentar ciertos retos. La crisis de las hipotecas sub prime y la posterior crisis de deuda demuestra que a nivel local, Europa no está preparada para hacer frente a los retos que se presentan. Incluso a nivel comunitario y pese a que las medidas adoptadas se pueden considerar exitosas, no han servido para frenar la caída de algunas economías poco preparadas.
En Grecia hemos visto como el déficit y la inflación han devorado a una economía que se pensaba sana. Otros casos son Irlanda o Portugal. Sin embargo, Italia y España, una con un enorme déficit y otra con una quinta parte de la población activa en situación de desempleo fintan a diario para que el monstruo no les coma.

Como decía, las políticas monetarias llevadas a cabo por el BCE son exitosas pero siguen sin estar a la altura. No resuelven el problema y desde Alemania y demás potencias del norte se nos insta a tomar medidas fiscales restrictivas que ahogan el bienestar social. El politiqueo de medio pelo, el efecto electoralista de toda política contemporánea no ayuda mucho a resolver el conflicto con el mercado. España vive una de las peores crisis de su historia y desanima mucho ver a unos y otros echarse los trastos a la cabeza mirando de reojo a un aletargado elector que ni sabe lo que está pasando de verdad. Vemos como ahora, de repente se ponen de acuerdo gobierno saliente y entrante en un abrir y cerrar de ojos para llevar una postura consensuada a una Cumbre Europea a una semana vista. De tal forma, que si la situación es tan complicada y nos jugamos el ser o no ser, los colores desaparecen y todos vamos a una. Por tanto ¿a qué viene tanto circo con la campaña electoral? Dejemos de ser borregos. Aprendamos el gusto por enterarnos de las cosas y creemos opinión.

Sabiendo entonces que podemos llevar una política económica común, sea del color político que sea, hemos de darnos cuenta que es Europa quien está en juego. Hemos visto como las políticas monetarias funcionan pero no son suficientes. Poco remedio para tan grande bicho.

Toca meter mano a la política fiscal, con el enorme agravio que lleva consigo tocar las soberanías. Quizá haya llegado el momento de dar un paso más en el camino de la integración europea. Un pasito más para la consolidación de unos quiméricos Estados Unidos de Europa (me entran escalofríos el escribir esto) ¿Será el remedio definitivo? Veremos

martes, 22 de noviembre de 2011

20N

Quería comentar brevemente el resultado electoral del 20N. Primero, quiero quejarme de este pseudo sufragio censitario en el que nos encontramos. Es cierto. No valen todos los votos lo mismo puesto que sale mucho más rentable votar a Amaiur, PNV o CIU que a UPyD o IU. Concretamente son cerca de 350.000 votos más por escaño. Considero que no es justo y se debería abrir el debate. IU subiría de 11 a 25 y UPyD de 5 a 17. Sin embargo, el PP perdería cerca de 26 escaños y con ello, la mayoría absoluta; el PSOE, 7, agravando aun más su estrepitoso y ridículo fracaso. Perderían representación también Amaiur y CIU. Así olvidémonos. No viviréis para verlo. A unos por nacionales y a otros por nacionalistas solo les vale 5 minutos llorando por la tele para frenar esto. No lo veremos.

Con respecto al reparto de votos iré por partes.

El PP obtiene (pese al desempleo, la prima, la bolsa u todas las cosas malas y malísimas que han hecho los malos malísimos de los sociatas) solo medio millón de votos más con respecto a las elecciones anteriores y se mantiene dentro de su orquilla. Es decir, no se ha producido un ni notable ni medio trasvase de voto socialista al bando de la gaviota. Se vuelve a demostrar lo complicado que resulta votar al PP si no se forma parte de su electorado habitual.

La pérdida de cerca de 5 millones de votos por el PSOE, sin embargo, sí explica la subida del resto. IU incrementa su representación  en 9 diputados, mientras que UPyD lo hace en 4 y el nuevo Amaiur aparece con 7, aunque aquí también tiene que ver que: el electorado que ante falta de representación abertzale no solía votar y el electorado que ante falta de representación abertzale se conformaba con votar a un PNV que pierde un escaño en esta ocasión. Por Cataluña, quien gana 6 escaños es CIU, justo los que pierde el PSOE. Se vuelve a demostrar que se prefiere votar a nacionalistas que a populares. De hecho, en País Vasco lo que Pierde PSOE y PNV va para Amaiur. El PP se queda como está. Igual pasa en Navarra y Galicia.

El análisis es sencillo. El voto perdido por PSOE ha ido a parar a UPyD, IU y Amaiur

Como decía antes, son 5 millones de votos que, en su mayoría han ido a para a IU y UPyD, pero que salen perjudicados por un sistema electoral que prima el peso del voto. El reparto de escaños no es proporcional al escrutinio final, sino que se rige por la ley d'Hont que prima el peso del voto por circunscripción del que se aprovechan principalmente nacionalistas. A mi no me gusta, pero es lo que hay.

Con respecto a la victoria del PP, tengo máxima y total confianza en su gestión. Otra cosa es alegrarse a uno el día viendo el talante de gente como Espe o Saez de Santamaría, que da la sensación de estar amargada y malfollada cada vez que la ves aparecer por la tele. Vamos a dar cierto margen de tiempo y maniobra para ver como se gestionan las cosas. Va a haber recortes, privatizaciones, flexibilizaciones... pero ya lo hicieron una vez y hay que tener fe. te pueden caer mal. Pero si no tienes confianza hoy, que acaban de llegar, apaga el chiringuito y vete a otra parte. Cierto es que la crisis no es la misma que en el 96, sino peor. Y el panorama internacional no va a ser el mismo cuando dentro de un año, socialistas gobiernen en Francia y Alemania. Hay que esperar.

sábado, 19 de noviembre de 2011

Reflexión con jazz

He leído antes un grafiti (o como coño se escriba) que decía algo así como "si votar cambiara las cosas, estaría prohibido". Me ha llamado a la reflexión a colación con los acontecimientos europeos de las últimas semanas.

En España hemos visto como todos un partido socialista ha llevado unos de los ajustes de políticas económica más brutales que se recuerdan. incluso más estricto que el italiano que le ha costado el cargo al omnipresente Cavaliere. Dichos ajustes hechos por, como digo, todo un partido socialista no han tenido el efecto deseado, sino que además, la situación se ha visto agravada. Con una pequeña dosis de economía política, aprendes que para un tipo de crisis como esta, en la que la especulación basada en el egoísmo y la captación de capital como objetivo básico y supremo deja a las políticas económicas con el examen de llevar a cabo unas reformas no vistas hasta ahora. No seré yo quien las saque a la luz. Si tuviera la fórmula mágica, me presentaría en Moncloa o en Bruselas y ganaría mucha fama y dinero salvando al mundo de ese Hitler del s. XXI que es el mercado. 

Lo que quiero decir básicamente es que la política de ajustes ha demostrado que no sirve para luchar contra esta crisis. Al PSOE le va a costar unas elecciones y al PP ponerse nada más llegar al borde de un precipicio de forma absurda y cabezota. Las medidas restrictivas, en definitiva, no son el jarabe a esta crisis. Quizá la fórmula sea una humanización del mercado. Un "oye tío, esto así no puede ser. porque estás ganando mucho dinero tú pero estás matando a muchas familias europeas". Terrorismo económico. Mañana no sabes si el mercado va a dar un petardazo y tú o tu vecino os vais a encontrar en una situación comprometida. A eso se dirige el mercado que capitanea una Merkel sin SS ni esvástica. 

Con esto, quiero decir que la política que propone el PP no vale. Y en la situación en la que nos encontramos me hace desechar la idea de conceder mi voto.

mi baraja se abre para PSOE, IU y UPyD

El PSOE lleva en el programa ideas que no están del todo mal, aunque los ajuste está ahí y no dejan de seguir siendo una tijera para modelos de bienestar básico que no  nos podemos permitir. Su bagaje hasta la fecha no les da crédito alguno aunque considere a su candidato a la presidencia la mejor figura política del país: Mala suerte Alfredo, tendrías probablemente mi voto si hubieras dado un golpe en la mesa del partido y el gobierno hace mu ho tiempo. Pienso que tienes talento y talante para hacer frente a esta situación pero por respetar a tus líderes o a los que está por encima de tí, la esencia democrática del partido, los tiempos y demás, no me hace pensar otra cosa que se te ha pasado el arroz. Y en los tiempos que corren y en la coyuntutra en la que nos encontramos mi ética y moral me impiden concederte el voto.

IU propone cosas que no se sostienen, como la mejora del empleo insuflando capital al sector público. Pero qué disparate es ese? Lo que hay que hacer es que el 30% de trabajadores del que se nutren pensiones, seguridad social, subsidios por desempleo y demás, crezca para potenciar el colchón sector público. Esto es de primero de carrera. Al margen de eso, su política de oposición los últimos 8 años, como la del PP, no os dejan como para captar un voto.

UPyD, por su parte, no es un partido presidenciable. Sin embargo propone alternativas jugosas y y que hueles a algo fresco. La desnacionalización de los pactos parlamentarios, la centralización de sanidad y educación y la justa reforma de la ley electoral que también defiende IU hace que Rosa Díez, sin ser claramente posible presidenta del Ejecutivo, aporte algo nuevo y creo necesario para el parlamento español.

Con todo y con esto, voy dentro de un rato a un concierto de jazz a ver a Sandra Milhaud. una buena oferta de ocio que ofrece mi querido Madrid en la Sala Clamores.

Reflexión y jazz

viernes, 11 de noviembre de 2011

Un debate descafeinado

Me dio la sensación de que el país vivía una de esas noches de Clásico en las que el planeta se divide entre madridistas y culés. Un compañero me dijo que lo vivió con pizza y copita de rueda. De todas formas no me lo imagino gritando por la ventana algún tanto. Porque no hubo.

No creo que fuera un mal debate. Pero las circunstancias actuales, por complicadas que sean no podían dar un cara a cara más definido, interesante para la audiencia. Por un lado, un Mariano Rajoy al que las encuestas dan por vencedor con una holgada mayoría, que quizá o muy probablemente, llegue a ser absoluta. Es decir, lo tiene todo ganado de antemano. De lo único que se tenía que preocupar era de no decir lo que en realidad va a poner en práctica a partir del día 21. Su programa, el del PP que quedó en evidencia durante la emisión no deja en claro qué tipo de medidas va a llevar a cabo: Es todo generalidad, o en el peor de los casos, ambigüedad. Por tanto, Mariano debía preocuparse de no calentar a electorado contrario que va a confiar en él. Es decir, no meter la pata para que el decepcionado electorado socialista le siga votando, o se quede en su casa. 
Por su parte, Rubalcaba lo tenía más complicado. Se presenta a las elecciones con el brutal lastre de la gestión de Zapatero y, pudiendo ser el mejor candidato posible, las encuestan le auguran el peor resultado socialista en 20 años. Por tanto, su cometido era el de calentar la lengua de Mariano para encender al voto ausente y por otro lado, encenderlo él.

Nada más comenzar la contienda se vieron a las claras las tácticas de ambos jugadores. Mariano evitaba problemas, no esclarecía su programa y dejaba pasar el tiempo, con pausas, hablando lentamente y gustándose en sobreadjetivar oraciones vacías. No dio una sola propuesta clara, concreta y concisa en materia económica en toda su media hora de intervención. Por su parte, el candidato socialista comenzó trabado e incisivo, preguntando al contrincante por las ambigüedades del programa que deja en la sombra ciertas dudas, como el copago en sanidad o una reforma del sistema de subsidios por desempleo; si se va a rebajar el IVA o si se van a suprimir a las PYMES de las negociaciones colectivas. Además, propuso una reforma del ICO, propuso el impuesto a la banca, al empresario con beneficios altos, al gran patrimonio y el pacto europeo de recuperación, alargándolo en el tiempo. Por tanto, considero que en primer bloque estuvo mucho mejor el candidato socialista, pero le lastran 4 años de de desempleo salvaje. Sin ello y acabando el debate ahí, hubieran hecho falta encuestas exprés.

El segundo bloque fue más sosegado. Casi aburrido. Se tiraban los trastos a la cabeza. Política de patio de colegio. Hacían la cobra y el final fue de risa, mostrando su apoyo pase lo que pase el día 20.

Hay que hacer un doble análisis del debate. Uno, con el supuesto de unas encuestas que dieran un resultado incierto. De ser así, Mariano habría salido muy mal parado. Pero la realidad es otra. Me atrevo a decir que ganó Rubalcaba, pero a la vez perdió porque solo le valía perder por KO. Tuvo que haber abierto en canal a Mariano y se limitó a dejar en evidencia su programa y darle un par de azotes. Rajoy salió vivo por lo que, pese a estar por debajo del candidato socialista (previsible), salió indemne de una presumible carnicería. Esto hace que su derrota se más una victoria. Aun no se explica como salió vivo del Palacio de Congresos. Esa noche se vio presidente. Mediocre. Pero al César lo que es del César.

Rubalcaba salió como líder de la oposición y le queda una semana para mitigar la mayoría que las encuestan dan al PP. Me parece muy interesante cómo va a ser su rol en la oposición. Constructivo, para variar, o destructivo. Pase lo que pase, van a ser 4 años muy interesantes desde un punto de vista analítico.

Y no quería terminar sin mencionar a los partidos no representados en el debate. Entiendo su queja. Sin embargo el debate se concibe para los dos principales presidenciables duela a quien le duela. Ni Cayo Lara, ni Rosa Díez, ni Erkoreka van a ser presidente (seamos sensatos, por favor). Son necesarios, si. Presidenciables, no. Por tanto, no entendería su presencia en un debate como el del lunes pasado. Hay quien se queja de que el lunes perdió la democracia. No creo que haga falta tanta demagogia. Es como decir que una liga sin Barça y Madrid, no es liga. Sí lo es, pero menos. Me parece bien un debate a dos. Y al margen, los debates que hagan falta con quien haga falta. Pero los presidenciables están por encima del resto y pese a quien le pese, lo legitima su representación parlamentaria

Por eso, el miércoles en TVE se hizo un debate a 5 para que todas las voces puedan ser escuchadas. Y en este sentido si quiero quejarme de la ausencia de UPyD. Muy seguramente el 20N se convierta en la 4ª (si no la 3ª) fuerza del país. No entiendo el miedo de la prensa en general y de la nacional en particular en dar voz a un grupo que hace del raciocinio más elemental, la bandera de su programa electoral. Tanto quejarnos de bipartidismo y seguimos poniendo zancadillas a abrir el campo. Y por cierto, Rubalcaba tendió la mano a reformar la ley electoral para abrir la representación a sabiendas de que su bipartidismo no va a salir bien parado. No creo que salga adelante.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

Europa, el parchís alemán

Estoy sentado en clase. Hoy se ve amplia, luminosa y blanca, con ambiente fresco. Al fondo, el profesor con su voz monótona discurre sobre asuntos que poco importan. La vida política británica de los años 40 no se aprende en la universidad, sino en las maravillosas series de la BBC. Hay quien teclea sin parar, sin dejar de mirar la pantalla de su portátil, comó si sus tímpanos se encontrasen en los dedos de sus manos y no dejaran de transcribir lo que escuchan, las batallas de algún loco que ha hecho historia. Otra gente lee el periódico, ilusionados por ese país que se levanta entero contra un mercado sin corazón que ahoga a su nación, donde nació aquello del poder de todos.

La historia es caprichosa. La historia ha vivido siempre de casualidades y de momentos oportunos en lugares oportunos. Y hoy, una Gracia que iba a dejar de serlo se pone firme y mira a los ojos de quien le quiere dar el golpe de gracia. Con una firmeza e inocencia como la del niño que no puedes matar ("¿Quién puede matar a un niño?" Narciso Ibáñez Serrador, 1976), se la da quien de verdad da el poder a un país. Un político, el jefe del estado, el ejército, por el contrario, no tienen. No hay poder mayor ni más fuerte que el que a cualquier concepción de organización le puede dar que una persona le de la mano a otra y así hasta estar unidos en un interminable y maravilloso corro de la patata. Sociedad.

El resto de europa, o sea, el mercado, pone el grito en el cielo. Se revela y grita, pataleando. Y no le falta cierta razón. Aquí se ha propuesto un juego con unas reglas que se han aceptado. Se ha puesto en marcha y acaba de suceder lo inevitable: hay quien ha doblado a un enemigo y se ha comido la primera ficha. Lo que pasa es que, la ficha azul, la devorada, ahora dice que no acepta las bases del juego y no quiere retroceder 25 casillas como sucede en el parchís. Incluso considera la posibilidad de dejar de jugar. Mal perder.

Mientras, el club quiere seguir jugando con la ficha malherida, cargando con ella, desangrándola hasta su mísmisimo final. De tal forma que me gusta pensar que de una forma velada e informal, grecia está sencillamente invadida. no ha habido ejército irrumpiendo en las fronteras, ni bombardeos en las ciudades ni un loco con bigote entrando triunfante en la atenas caída.

Alemania y Francia han encontrado en el mercado el sustituto perfecto a la guerra: el viejo sueño imperialista germano hecho realidad desde el derecho y las reglas del juego sin vulnerar ninguna norma básica de la vida. Como dijo un sabio, hay que ganar por lo civil o lo criminal. Alemania sigue aun hoy pagando por lo criminal de sus dos guerras mundiales perdidas y ha tenido la gran idea de seguir con su erre que erre particular por otra vía en la que no tuviera que pagar consecuencias. El tablero es Europa; el nombre del juego, mercado; y el dado para jugar, el €uro.

Y el juego abre la boca para devorar a su primera víctima, la primera ficha, el primer jugador caído. Sin embargo, la realidad es más cruda si nos dejamos de tanta metáfora. Hay un país en ruina económica en la que bien es sabido que se ha hundido él mismo (perdón, su anteriro equipo de gobierno. De derechas, por cierto). El precio es tan alto, y he aquí el problema, que habría que considerar si ante esta situación, no se podría dotar al juego de cierta conciencia. O corazón.

Po reso el pueblo heleno se va a lñevantar y a decir NO. Quien más se beneficia del juego se lleva las manos a la cabeza. Quien tiene un mínimo de sentido común, reconoce el error griego, perdona y deja que aquel país se levante y pueda ser lo digno que por unas cosas u otras, nunca le han dejado ser.

Vendería al infierno la Torre Eiffel y la Puerta de Brandenburgo por ver esa reunión entre ese par de bestias despiadadas, Merkel y Sarkozy, que sujetan el tablero europeo con sus manos y un pobre Papandreu que ha tenido el par de huevo de decirles: No. Mi pueblo antes que vosotros dos y vuestro €uro. La bronca será fuerte.

Ahora mismo ya está toda la maquinaria europea escupiendo mierda: que si demagogia griega, que si despotismo ilustrado...

Para cerrar, mentar la portada de un diario nacional porque sería bueno hacer una reflexión sobre ¿por qué el mercado se desquicia cuando la soberanía popular va a abrir la boca?

Veo que la gente deja de teclear. Murmullos. Sillas arrastrándose. Hemos acabado. Voy a por un café