Situación complicada la que nos toca vivir. llega un nuevo gobierno popular, cuya política económica deja en manos de uno de los mandamases que hundió a Lehman Brothers y anuncia a la semana de llegar una serie de medidas de recortes. Leo que eso lo entiende todo el mundo y no me refiero a que sea o no lo más conveniente sino que a 20 de noviembre tonto sería quien diera su voto a PPSOE y no esperara un brutal ajuste.
El problema español, viene de las políticas de ajuste y económicas en general del anterior gobierno popular y de la mentira en la que nos sumió y nos sumimos a nosotros mismos. Es cierto que el país creció, que la tasa de paro descendió a niveles más que aceptables y que la prosperidad y fuerza del país nos colocaba en la cabeza europea. Y digo que eso fue una mentira. Y el PSOE apostó por una política continuista a esa forma de hacer economía hasta que la crisis de las subprime nos dejó en bragas y se descubrió el pastel. No hay que ser ni muy listo ni tener unos enormes conocimientos en macroeconomía para desnudar a la mona vestida de seda que es España.
En 1996 el PP, ante una situación de paro asfixiante y un déficit desproporcionado legado de (oh! sorpresa) un gobierno socialista, apuesta por una liberalización del suelo y una reforma laboral que provocó una espectacular explosión de ls tercera pata de nuestra economía nacional (junto con el turismo y la restauración, principalmente), la construcción. Primer punto. El segundo, una reforma laboral como ya he dicho y un sistema educativo que permitió la estampida de gente joven a un mercado laboral que no les espera, pues no está diseñado para ellos, pero que acoge de muy buena gana.
Y todo el mundo a ganar dinero, la buena vida, la playa, el coche nuevo y una casa más grande. El crédito. Ya en primero de carrera te dicen: si no vives en recesión hay que apretar la política fiscal. Pero no en crisis y recesión pues ahí es cuando tienes que hacer que el dinero fluya.
La complicada situación española se da de bruces con la teoría: Así que, desde aquí, un fuerte aplauso a los gobernantes que dieron lugar a un mercado de trabajo con forma de trituradora. A otros lúcidos que no protegieron la burbuja (que mucho criticaron antes de llegar al poder en 2004 pero de la que vivieron después). Otra palmadita en el hombro a todos esos jóvenes que se lanzaron a por el dinero rápido y fácil. Inflaron la tasa de actividad y hoy, la del paro. Ahora a hincar codos chavales. Y un hurra a los que con el panorama que hay, siguen confiados en que los recortes salven la situación, cuando lo que hay que hacer es todo lo contrario. Todo con cabeza, eso sí. no apuesto por el libre albedrío. Sí por el sentido común.
Nos deseo mucha suerte
